Tais, la guacamaya roja

Hace algunas décadas, las guacamayas rojas estábamos prácticamente extintas en   Palenque. Sin embargo, gracias al proyecto de reintroducción de guacamaya que Aluxes ha implementado en los últimos años, esta situación se ha revertido.  Hace un par de años se pudo corroborar  el éxito de esta aventura cuando se localizaron polluelos y nidos con actividad en ellos.  Yo, Tais,  fui una de esas guacamayas que nació en libertad y pueden dar cuenta del esfuerzo y los retos que ha representado un programa de este tipo en México. A pesar de que me correspondía vivir mi vida en libertad,  probablemente el árbol donde estaba mi nido fue derribado o fui robada del mismo.  Algunas personas me encontraron y me llevaron a vivir a su casa, donde no tenía ninguno de los medios necesarios para desarrollarme plenamente. Fue debido  a una denuncia que realizaron los pobladores de Palenque que la policía me rescató y me llevó a Aluxes. En el centro de rescate intentaron rehabilitarme y señalarme , por ejemplo, los alimentos que debía comer, pues estaba acostumbrada a la comida chatarra; igualmente,  me indicaban quienes eran mis depredadores, incluyendo al ser humano.  Concluí todos los protocolos de liberación y ,cuando por fin pude volver a la naturaleza, al poco tiempo aparecí en  una fiesta humana para que  alguien me alimentara. Fue claro entonces que ya no podía regresar a la vida salvaje, pues necesitaba de los humanos para comer y me arriesgaría a ser capturada cada vez que el hambre me orillara a estar cerca de ellos.    Fue así que regresé a Aluxes y me quedé a vivir con ellos. Tal vez mi historia puede considerarse triste, pero en este, mi hogar, me siento segura, sigo una buena alimentación y me espera una vida larga y feliz.

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