Loros

En la familia de psitácidos nos encontramos gran cantidad de loros, guacamayas, pericos y aves similares. Algunas de nuestras especies son los loros cabeza amarilla, cabeza azul y mejilla amarilla. Todos nosotros nos encontramos en grave peligro de extinción, pues los traficantes derriban nuestros árboles o nos capturan con redes de niebla, las cuales colocan en los lugares donde dormimos, para después hacer mucho ruido y asustarnos; nosotros volamos y caemos irremediablemente en la trampa. Cuando nos atrapan para vendernos, a los traficantes les importa poco darnos un trato digno: nos hacinan en costales, nos maltratan y no nos proporcionan el suficiente alimento, tampoco agua. 

A la gravedad de nuestra situación, se suma que nuestra naturaleza es monógama, es decir, que una vez que encontramos a nuestra pareja es para toda la vida. Esto significa que si separan a una pareja de nosotros, ya ninguno de los dos volver a reproducirse. El tráfico ilegal es una problemática enorme que únicamente podemos combatir con la ayuda de la denuncia ciudadana a esta condenable práctica.

Nosotros tuvimos la suerte de ser confiscados por las autoridades y trasladados a Aluxes, donde compartimos un espacio enorme en que somos amigos y podemos hacer diariamente  una fiesta de palabras y sonidos con mucha algarabía, ya que  ustedes deben saber que tenemos mucha facilidad para reproducir lo que escuchamos. Incluso hay uno de nosotros que suena igual que una ambulancia, ¿lo pueden creer?

Dado que no podemos ser reintegrados a la vida silvestre, no sólo por el riesgo, sino porque muchos de nosotros estamos  en cautiverio desde que somos polluelos, cuando volamos nos encanta llenar de ráfagas de colores el cielo de Aluxes. Por cierto, nosotros comemos una gran variedad de semillas, lo que nos permite en mucho apoyar a nuestro planeta, pues cuando defecamos esparcimos de manera considerable dichas semillas propiciando el surgimiento de nueva vida en la tierra.