Un final triste para un mono araña.

Hace poco tiempo llegó a Aluxes, rescatado y acompañado debidamente por PROFEPA, un mono araña.

Cerca de las 5 de la tarde, la dependencia nos solicitó ayuda para la evaluación clínica de un ejemplar de mono araña (Ateles geoffroyi) que había sido puesto bajo resguardo, pues había sufrido una caída de entre 10 y 15 metros. Quienes comunicaron el suceso a las autoridades comentaron que anteriormente se le observó comer carambola (una fruta común en la región), y que después fue visto tambaleándose hasta que se desplomó hacia al suelo, donde presentó una convulsión y no mostraba signos de intentar levantarse. En el afán de brindarle ayuda, y con la intención de reanimarlo, se le acercó alcohol a su nariz, remedio típicamente usado para el desmayo en humanos, sin embargo no fue posible despertarlo; al agravarse la situación, fue que se dio aviso a PROFEPA sobre el suceso.

El día de trabajo para un médico veterinario no termina cuando lo hace su jornada, pues siempre nos enfrentamos a la posibilidad de alguna complicación, un parto no programado o la desventura de algún ser vivo. Así pues, aunque estábamos a punto de partir a casa, recibimos en las instalaciones de Aluxes a este mamífero con todos los protocolos necesarios. Fue sorprendente la pasividad que mostraba, dado que era incapaz de incorporarse o defenderse; su estado de conciencia era de delirio con hipoactividad, además de que presentaba hipotermia y un fuerte olor a alcohol etílico. Una vez que se revisaron sus signos e historia clínica, nuestro reto fue mantener al individuo con vida.

El mono araña presentó distensión abdominal, delirio, vómitos, sialorrea, taquicardias e hiperventilación. Adicionalmente, durante la revisión se observó una mutilación de la cola, por lo que es probable que fuera víctima del mercado negro, sin dejar de mencionar el olor exagerado a alcohol, por lo que le fue diagnosticada una intoxicación alcohólica. Aunque existía la posibilidad de que dicho aroma proviniera de frutas fermentadas como la carambola, es mucho más probable que el ejemplar haya ingerido una bebida alcohólica de uso humano por la mala intención de alguna persona.

A pesar de todos los esfuerzos y de que pudimos mejorar la respiración, la temperatura y el ritmo cardíaco de nuestro amigo, lamentablemente falleció. La muerte de alguno de nuestros pacientes es algo muy triste, pues aunque es una parte inevitable de la labor de un veterinario,  siempre ponemos el corazón en lograr su subsistencia.

Existen ejemplos de animales que ingieren por voluntad propia frutas fermentadas con el propósito de alterar su estado de conciencia. Un ejemplo de ello son los elefantes y los frutos conocidos como marula; incluso otras especies consumen plantas, animales tóxicos u hongos con este mismo fin. No obstante, es importante recalcar que, en principio, ningún animal de vida libre debe ser adquirido como mascota, pero también que si bien la embriaguez puede desinhibir a muchas personas, las bebidas alcohólicas de uso humano son potencialmente letales en caso de ser ingeridas o tener contacto con toda clase de animales y plantas.

Resulta sumamente indignante que personas sin escrúpulos atenten a conciencia contra la vida de seres como monos araña por simple diversión  como ha quedado demostrado en diversos testimonios en la web. La manera de combatir este tipo de sucesos es informando y concientizando sobre el respeto hacía la vida natural en todas sus formas; somos capaces de vivir nuestra vida en libertad, pero eso no nos permite afectar de ningún modo la vida, en este caso, de los primates que habitan nuestro mundo. Si en tus ojos a caído esta reflexión, te invito a considerarla y compartirla.

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